“En la vida como en la empresa, es importante distiguir entre problemas graves y circunstancias” Víctor Küppers
En una luminosa mañana de primavera, el auditorio de la empresa estaba abarrotado. Ejecutivos, empleados y curiosos se habían congregado para escuchar a Víctor Küppers, el renombrado conferenciante conocido por sus charlas inspiradoras y su enfoque en la actitud positiva. Küppers, con su característica energía y sonrisa, subió al escenario y comenzó a hablar sobre una de las claves para vivir una vida equilibrada: la importancia de distinguir entre problemas graves y circunstancias.
«En la vida, como en la empresa», dijo Küppers, «es crucial aprender a diferenciar entre lo que realmente son problemas graves y lo que son simplemente circunstancias». Con estas palabras, capturó la atención de todos los presentes, despertando una curiosidad que se podía sentir en el aire.
Küppers explicó que los problemas graves son aquellos que tienen un impacto significativo en nuestras vidas o en el funcionamiento de una empresa. Estos problemas, como una enfermedad grave, una crisis financiera, o la pérdida de un ser querido, requieren acciones inmediatas y decisivas.
Son situaciones que demandan nuestra atención y energía, y que a menudo pueden cambiar el rumbo de nuestra existencia.” A esas personas no le podemos pedir que vean la vida en positivo, en esos momentos”, dijo.
«Pero muchas veces», continuó, «nos encontramos abrumados por lo que en realidad son solo circunstancias. Estas son situaciones cotidianas que, aunque pueden ser molestas o desafiantes, no tienen un impacto duradero». Un murmullo de reconocimiento recorrió la sala mientras los asistentes recordaban esos pequeños contratiempos diarios que suelen magnificar.
Küppers compartió una anécdota de su propia vida. Un día, tras una larga jornada de trabajo, llegó a casa para descubrir que había olvidado las llaves. En lugar de entrar en pánico, decidió sentarse en el jardín y disfrutar del atardecer mientras esperaba a que su esposa llegara con las llaves de repuesto. «Ese momento de tranquilidad», recordó, «me hizo darme cuenta de que muchas de las cosas que nos preocupan no son más que circunstancias pasajeras».
La audiencia, conmovida por la simplicidad y la profundidad de la historia, comenzó a entender la importancia de esta distinción. Küppers les animó a aplicar este enfoque en sus vidas profesionales. En una empresa, dijo, es vital reconocer cuándo se está frente a un problema grave que necesita ser abordado con urgencia y cuándo se trata de una circunstancia que, aunque incómoda, puede ser manejada con calma y planificación.
Puso como ejemplo una crisis financiera severa en una empresa, un problema grave que podría requerir reestructuración, recortes de costos y búsqueda de inversiones adicionales. Por otro lado, un retraso en un proyecto debido a problemas con un proveedor es una circunstancia que, aunque frustrante, puede ser gestionada con ajustes en la planificación y comunicación.
Al concluir su charla, Victor Küppers dejó a todos con una reflexión profunda: «La vida está llena de altibajos. Si aprendemos a distinguir entre lo que realmente importa y lo que no, podemos vivir con más serenidad y enfrentar los desafíos con una actitud más positiva y resiliente».
Esa mañana, los asistentes salieron del auditorio con una nueva perspectiva. La sabiduría de distinguir entre problemas graves y circunstancias había resonado profundamente en ellos, prometiendo hacer de sus vidas, tanto personales como profesionales, un viaje más manejable y enriquecedor.