Actitud y aptitud:Diferencias
La actitud y la aptitud son dos aspectos fundamentales en la conducta humana que desempeñan roles distintos pero complementarios en nuestros resultados y logros.
La actitud se refiere a nuestra disposición mental, nuestra voluntad y nuestra forma de enfrentar y abordar situaciones. Por otro lado, la aptitud hace referencia a nuestras habilidades, conocimientos y capacidades técnicas para desempeñar tareas específicas.
Si relacionamos la actitud con la inteligencia emocional, que implica la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones y las de los demás, y la aptitud con la inteligencia cognitiva, que se refiere a nuestra habilidad para aprender, razonar y resolver problemas, podemos apreciar cómo estas dos dimensiones operan en nuestras vidas.
Hace años, el Consorcio para la Investigación de la Inteligencia Emocional en las Organizaciones en Estados Unidos (www.eiconsortium.org), que puede presumir de estar compuesto por muchos de los miembros más relevantes de la Inteligencia Emocional como Peter Salovey, David Caruso, Reuven Bar-On o Daniel Goleman, sin ir más lejos, entre los más de 100 miembros que la integran de lugares de todo el mundo, EEUU, Europa, Asia, Australia u Oriente Medio, realizó un estudio para evaluar la influencia de estas dimensiones en nuestros resultados.
Los resultados mostraron que un 77% de nuestros logros y éxitos están relacionados con nuestra inteligencia emocional, es decir, con nuestra actitud y habilidades para manejar las emociones, mientras que solo un 23% está vinculado a nuestra inteligencia cognitiva, o aptitud.
Estos porcentajes nos dan una perspectiva clara de la relevancia de la actitud en comparación con la aptitud. Aunque ambas son esenciales para alcanzar nuestras metas, la actitud parece tener un impacto mucho mayor en nuestra capacidad para sobrellevar desafíos, interactuar eficazmente con los demás y perseverar en la consecución de nuestros objetivos.
Por lo tanto, cultivar una actitud positiva, adaptativa y emocionalmente inteligente puede tener un efecto significativo en nuestras vidas y en cómo nos enfrentamos a los retos que se nos presentan. La combinación de aptitud y actitud tiene un impacto en la vida de una persona y en su capacidad para lograr cosas maravillosas.