Qué entendemos por Resiliencia?
La Resiliencia es el proceso de adaptación bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras.
Generalmente, las personas logran adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian dramáticamente su vida y que aumentan su estado de tensión.
¿Qué les permite adaptarse? Algunos ejemplos:
- Establecer y mantener relaciones: Las buenas relaciones familiares y sociales son una excelente fuente para obtener y aceptar ayuda y apoyo, potenciando la resiliencia.
- Evitar ver las crisis como problemas insuperables: A menudo, no podemos cambiar los hechos, pero sí la forma cómo los interpretamos y respondemos a ellos.
- Aceptar que el cambio es parte de la vida: Aceptar que hay circunstancias que no podemos cambiar, puede ser de gran ayuda para centrarse en las que sí podemos modificar y canalizar nuestros esfuerzos hacia ellas.
- Dirigirse hacia los propios objetivos: Es importante plantearse objetivos realistas y hacer algo de forma regular que nos acerque a ellos.
- Ejecutar acciones decisivas: Actuar en la medida en que se pueda sobre las situaciones adversas para tratar de cambiar su rumbo, en vez de evitarlas y confiar en que se resolverán solas.
- Fomentar el autodescubrimiento: Aunque todavía nos sintamos vulnerables, estas vivencias pueden favorecer el concepto de uno mismo y de las propias capacidades, lo que nos llevará a apreciar aspectos de la vida a los que antes no prestábamos atención o no nos parábamos a analizar.
- Alimentar una visión positiva de uno mismo: Desarrollar confianza en nuestro instinto y en las propias capacidades para resolver problemas.
- Ver las cosas en perspectiva: Tratar de considerar las situaciones estresantes en un contexto más amplio y con cierta objetividad, evitando hacer una montaña de un grano de arena.
- Mantener la esperanza: Una actitud optimista nos capacita para confiar en que nos pasarán cosas buenas. Procurar visualizar lo que se quiere es mejor que preocuparse por lo que uno teme.