Masonería: Valores, deberes y compromiso social

La masonería es una fraternidad filosófica y humanista que tiene como base la búsqueda del conocimiento, el perfeccionamiento moral y el desarrollo de valores universales como la libertad, la igualdad y la fraternidad. Se estructura en logias, que son agrupaciones donde sus miembros, denominados masones, trabajan en el estudio de principios éticos y el mejoramiento personal y social. Sus enseñanzas están envueltas en simbolismo y rituales, transmitiendo una tradición iniciática que ha perdurado por siglos.

La masonería en la actualidad busca reforzar su compromiso con la sociedad, fomentando la transparencia y la inclusión en un mundo en constante cambio. Se trabaja activamente para que sus principios sean aplicados en el día a día de sus miembros, promoviendo la participación en proyectos solidarios y el fortalecimiento del diálogo intergeneracional. La organización reafirma su papel como una escuela de valores ciudadanos que contribuye al desarrollo de una sociedad más justa y equitativa.

El no cumplimiento de los deberes Masónicos

Para que una logia masónica funcione de acuerdo con sus principios, es fundamental que sus miembros cumplan con ciertos deberes fundamentales. Estos deberes incluyen:

  1. Deber de integridad moral: Se espera que cada masón actúe con honestidad, respeto y responsabilidad, tanto dentro como fuera de la logia.
  2. Deber de secreto: La masonería resguarda ciertos conocimientos y rituales que no deben divulgarse fuera de la hermandad.
  3. Deber de asistencia: Los masones deben participar activamente en las reuniones y actividades de la logia.
  4. Deber de solidaridad: La fraternidad implica apoyo mutuo entre sus miembros y una disposición a ayudar en causas justas.
  5. Deber de respeto y tolerancia: En la logia se promueve el diálogo y el respeto por la diversidad de ideas, credos y opiniones.
  6. Deber de contribución y trabajo: Cada masón debe aportar su esfuerzo al crecimiento de la logia y la comunidad.

Cuando estos deberes no se cumplen, pueden surgir diversas consecuencias.

A nivel individual, un masón que no sigue estos principios puede ser objeto de sanciones que van desde la amonestación hasta la expulsión de la logia. A nivel colectivo, el incumplimiento de estos deberes puede generar desorden interno, pérdida de credibilidad y debilitamiento de la misión masónica.

En los casos más graves, una logia que no respete los principios fundamentales de la masonería puede ser disuelta o perder su reconocimiento dentro de la estructura masónica. La institución depende del compromiso de sus miembros para mantener su esencia y su papel en la sociedad como una organización de crecimiento personal y beneficio colectivo.

En conclusión, la masonería es una escuela de valores.

Que busca formar ciudadanos éticos y comprometidos. La actualidad exige una masonería más abierta y participativa, que refuerce su labor social y continúe siendo un espacio de crecimiento personal y de construcción de sociedades más justas y equitativas.