Inteligencia Artificial: un llamado de atención
La IA ya está acá, y no vino a tocar el timbre, ¿eh? No está pidiendo permiso, y si te asusta, bueno, perfecto, ¡al menos entendiste algo! Si no te asusta, te aviso que algo no estás entendiendo. Hay dos tipos de personas: los que piensan que la IA es solo un par de letras raras porque usaron el ChatGPT para escribir un informe… y los que ni siquiera saben que ya los reemplazaron.
El verdadero problema no es la IA, el problema somos nosotros, que nos creemos que seguimos siendo imprescindibles.
Nos encanta hacer como que todo sigue igual, “Ah, qué buena onda esto de la IA, pero esto no me toca a mí”. ¡¿En serio?! Mientras vos decís eso, hay un chico con una computadora y un par de sueños de grandeza creando algo que te va a sacar el puesto y ni te vas a enterar.
¿Viste esos empleados que creen que por hacer bien su trabajo ya se salva?
Bueno, lamento decirte que un algoritmo también lo hace bien y no pide ni vacaciones ni aguinaldo. A los que están en los cargos más importantes, les aviso: ustedes tienen que marcar la diferencia. No pueden ser solo los que mandan mails de un lado a otro, ¡si no sabes cómo meter la IA en tu trabajo, te convertís en un tapón!
¿Qué hacer? Deja de perder el tiempo mirando series por un rato y empieza a entender qué puede hacer esta tecnología.
Nadie te pide que seas programador, pero si no entendéis lo que hace la IA, ¿cómo vas a liderar? No podéis dirigir a nadie si ni siquiera sabéis con qué herramientas cuentan para ser mejores.
Calma, no estamos en la película de Terminator… todavía.
Las máquinas no tienen corazón, no saben lo que es inspirar a otro, no se van a emocionar viendo a Messi. Pero, ojo, que muchas veces nosotros tampoco. Si queréis seguir siendo útiles, usad lo que tenéis de humano: creatividad, sentido común, liderazgo. Porque te lo voy a decir claro: la IA no tiene sentido común, y eso, amigo, es un negocio para nosotros.
Mira, la IA no te va a preguntar si estás listo.
Tenéis que decidir si te subís al tren y usas la IA para mejorar, o si te quedas mirando cómo otros la usan para dejarte afuera. Y lo mejor de todo es que podéis elegir. Así que… ¿qué vas a hacer? Yo ya sé qué haría si estuviera en tu lugar… ¿y vos? O esperas que otro lo decida por vos.
La inteligencia artificial (IA) ya está integrada en muchas áreas de nuestra vida cotidiana (y a lo mejor no lo sabéis).
Aquí tienes cinco ejemplos de cómo la IA está presente:
- Asistentes virtuales (como Siri, Alexa o Google Assistant): Estos sistemas utilizan IA para reconocer y procesar el lenguaje natural, ayudándonos a realizar tareas como poner alarmas, hacer preguntas, controlar dispositivos inteligentes, o incluso generar listas de tareas.
- Recomendaciones personalizadas en plataformas de streaming: Servicios como Netflix, YouTube o Spotify usan algoritmos de IA para analizar tus preferencias y comportamientos previos y sugerirte películas, videos o música que podrían interesarte.
- Vehículos autónomos: Los coches de conducción autónoma, como los de Tesla o Waymo, emplean IA para interpretar datos de sensores y cámaras, permitiendo que los vehículos se desplacen sin intervención humana, mejorando la seguridad vial y la eficiencia.
- Filtros de spam en correos electrónicos: La IA ayuda a identificar y filtrar correos electrónicos no deseados o peligrosos, analizando patrones y comportamientos de los mensajes para detectar posibles amenazas de phishing o spam.
- Reconocimiento facial y de huellas dactilares en dispositivos: Muchas aplicaciones y dispositivos, como los teléfonos móviles, utilizan IA para reconocer las huellas dactilares o el rostro de los usuarios, permitiendo un acceso rápido y seguro a nuestros dispositivos.
Estos son solo algunos ejemplos, pero la IA sigue expandiéndose en muchos otros sectores, como la salud, la educación y la banca.
Entonces en IA, ¡el futuro ya llegó!