Enfrentando la epidemia global de adicciones

“Escribo esta nota como alguien que vivió de cerca la adicción de un ser querido, que terminó de manera trágica. Durante el proceso de apoyo para intentar ayudar, aprendí lecciones valiosas que hoy quiero compartir.”

Las adicciones son una condición compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo, presentando desafíos significativos para la salud, la sociedad y la economía.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que el consumo de alcohol resulta en aproximadamente 2.6 millones de muertes anuales, mientras que las drogas psicoactivas suman otras 600,000. Esta alta tasa de mortalidad subraya el impacto devastador que el abuso de sustancias tiene no solo en la salud individual, sino también en el bienestar social y económico global. Según el Sistema Global de Información sobre Alcohol y Salud de la OMS, el consumo de alcohol está vinculado a más de 230 tipos de enfermedades, afectando tanto a los consumidores como a sus comunidades.

Con unos 400 millones de personas viviendo con trastornos relacionados con el alcohol, de los cuales 209 millones sufren de dependencia, la necesidad de políticas efectivas y opciones de tratamiento accesibles es urgente. Esta situación exige una respuesta global coordinada que enfatice la prevención, el tratamiento y la reinserción social para mitigar los efectos nefastos del alcohol y las drogas en la sociedad. Este artículo explora las dimensiones de este problema y discute enfoques innovadores para combatir la epidemia de abuso de sustancias que amenaza la salud pública y el desarrollo social mundial.

Las adicciones son enfermedades crónicas del cerebro que implican la pérdida de control sobre el uso de sustancias o ciertos comportamientos.

Hay varios tipos de adicciones, que pueden llevar a resultados graves como la muerte accidental, el suicidio o condiciones de salud serias; ejemplos comunes incluyen la adicción a sustancias como el alcohol, los opioides, la cocaína y las metanfetaminas, así como adicciones comportamentales como el juego o el uso excesivo de tecnología. Las adicciones a sustancias impactan directamente la salud física y mental y pueden ser fatales. La sobredosis accidental es una causa común de muerte entre los adictos, particularmente con drogas como los opioides y los sedantes. La tolerancia —la necesidad de consumir más para obtener el mismo efecto— a menudo lleva a los adictos a límites peligrosos sin darse cuenta.

La conexión entre la adicción y el suicidio es fuerte y compleja.

Los efectos depresivos de algunas sustancias, combinados con la desesperanza que provoca la dependencia, pueden llevar a pensamientos suicidas y, en algunos casos, a intentos de suicidio. Además, las personas con trastornos de salud mental preexistentes, como la depresión o la ansiedad, tienen un mayor riesgo de desarrollar una adicción, exacerbando su carga emocional y aumentando el riesgo de suicidio.

Posibilidades de recuperación

Sí, existen posibilidades reales de recuperación, aunque el camino es desafiante y requiere un enfoque integral. Aquí te explico algunas formas de lograr una recuperación exitosa:

  1. Tratamiento médico y psiquiátrico: Los tratamientos generalmente involucran desintoxicación supervisada y medicación para reducir los síntomas de abstinencia y los antojos. Para los opioides, medicamentos como la metadona o la buprenorfina se utilizan para disminuir los riesgos de recaída.
  2. Terapia cognitivo-conductual (TCC): Esta terapia es muy efectiva para ayudar a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos que los llevan a la adicción. También enseña estrategias de afrontamiento para situaciones de alto riesgo.
  3. Grupos de apoyo: Organizaciones como Alcohólicos Anónimos (AA) y Narcóticos Anónimos (NA) proporcionan una red de apoyo social fundamental. Los grupos de autoayuda y la mentoría en programas de doce pasos ofrecen un entorno seguro para compartir experiencias y recibir apoyo de quienes han pasado por luchas similares.
  4. Asesoramiento familiar: Las relaciones familiares son fundamentales en el proceso de recuperación. La asesoría familiar ayuda a los seres queridos a comprender la naturaleza de la adicción y a aprender cómo pueden apoyar el proceso de recuperación sin caer en patrones de codependencia o habilitación.
  5. Intervenciones psicosociales: Técnicas como la terapia ocupacional, programas de rehabilitación social y las actividades recreativas son importantes para la reconstrucción de la vida cotidiana, que se ve muy afectada por la adicción. Estas actividades ayudan a establecer una rutina saludable y a construir un nuevo estilo de vida.

 Prevención de recaídas y perspectiva a largo plazo

La recaída es común y forma parte del proceso de recuperación. Es esencial entender que una recaída no es sinónimo de fracaso. Herramientas para reducir el riesgo de recaída incluyen la identificación de desencadenantes, el apoyo continuo de los grupos de ayuda y la terapia continua. La recuperación es un proceso de toda la vida en el sentido de que la adicción a menudo no desaparece completamente, sino que se aprende a gestionarla. Muchas personas han superado sus adicciones y llevan una vida plena, saludable y productiva. El proceso implica varios pasos y no es fácil, pero con el apoyo adecuado y la determinación personal, la recuperación es alcanzable.

Hay esperanza

La recuperación de una adicción es difícil pero posible, con innumerables historias inspiradoras de personas que han roto el ciclo de la adicción a través del tratamiento, el apoyo familiar y social, y un cambio en el estilo de vida, abriendo el camino para una vida nueva. La clave es reconocer la enfermedad, buscar ayuda y comprometerse con un cambio.

Bibliografía:

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