Propósitos para el 2024
En el amanecer de este nuevo año, mis propósitos para el 2024 se tejen con el deseo ardiente de rodearme de almas auténticas, de seres genuinamente humanos que, como faros resplandecientes, iluminan mi camino con la luz de la verdad y la autenticidad.
En este viaje llamado vida, anhelo compartir mi espacio y tiempo con individuos que, al igual que yo, han abrazado la noble tarea de aprender de sus errores sin sucumbir a la vanidad que a veces acompaña a los éxitos.
En este capítulo por escribir, busco compañeros de ruta que no se consideren victoriosos antes de tiempo, que abracen sus responsabilidades con valentía y que encuentren la grandeza en la humildad.
Quiero rodearme de defensores incansables de la dignidad humana, aquellos que no solo caminan junto a la verdad, sino que la abrazan con fuerza, forjando un sendero de honradez que perdure en el tiempo.
Para mí, lo esencial es la brújula que da sentido a la vida, y en este viaje hacia la esencia misma, anhelo la compañía de almas que han aprendido a tocar el corazón de los demás.
Quiero compartir mi espacio con aquellos cuyas experiencias difíciles no los han endurecido, sino que han cultivado en ellos una empatía profunda que se refleja en cada rincón de su ser.
En el lienzo del 2024, pinto mis propósitos con los colores vibrantes de la autenticidad, la valentía, la verdad y la empatía. En cada pincelada, veo la creación de un círculo virtuoso donde el crecimiento personal se entrelaza con la conexión humana, formando una red de apoyo tejida con hilos de resiliencia y compasión.
Que este año sea un testimonio de nuestra capacidad para abrazar lo auténtico y construir un camino iluminado por la luz de nuestras almas.