Hacer lo correcto.Esa es la auténtica senda del líder
El auténtico liderazgo acepta que el cambio es inevitable, que la idea de responsabilidad universal es necesaria y que es imprescindible combinar el sistema económico con los valores morales. Esa es la auténtica senda del líder.
La consideración de compañía con altos estándares éticos tiene un enorme valor, de manera tangible y de formas mensurables. A una compañía así le resulta mucho más fácil captar y conservar empleados de primera.
Si los clientes tienen una opinión positiva de una empresa, es probable que le sigan comprando. Más aun, los clientes fieles no solo continúan comprando, sino que promocionan a la empresa por el boca oreja y por otros medios, y con ello contribuyen a un crecimiento y beneficio sostenido.
Una compañía con una imagen de alta calidad y buen servicio puede aumentar el precio de sus productos. Las personas también están más dispuestas a probar un nuevo producto de una compañía en la que confían, que el ofrecido por una desconocida, o el de otra con una reputación cuestionable.
La cotización de una empresa con buena reputación tiende a ser mayor que la de otra con la misma actuación financiera y mala reputación. Esa compañía puede solicitar créditos con una tasa de interés menor. El orgullo de los empleados de una organización es mayor si esta es ética.
Una buena reputación es la ventaja inmaterial más importante que una empresa puede tener, si bien resulta hoy mucho más difícil desarrollar y mantener expectativas crecientes del público, por los medios y por el descuido de muchos organismos de control; las empresas son vulnerables.
Nada puede destruir el valor de una compañía más rápidamente que la exposición pública de conductas deshonestas por parte de sus principales dirigentes.
Por Laurens van den Muyzenberg
Extraído del libro: La senda del líder. Editorial ALIENTA.