Conversaciones imaginarias entre Eduardo Galeano ( 1940 – 2015 ) y Anthony de Mello ( 1931 – 1987 )
El le dijo :
“ La palabra entusiasmo proviene del griego y significa “ tener un Dios dentro de sí “. Entonces la persona entusiasta o entusiasmada era aquella que era tomada por uno de los dioses, guiada por su fuerza y sabiduría, y por ese motivo podría transformar la naturaleza que la rodea y hacer que ocurrieran cosas. Sólo las personas entusiastas eran capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano. Era necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva situación. El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. Es un estado de fe, de afirmación de sí mismo.”
Entonces ella comprendió:
“ Que por largo tiempo parecía que la vida siempre estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida comenzaría. Hasta que se dio cuenta que esos obstáculos eran parte de su vida . Esa perspectiva le ayudo a ver que no hay un camino a la felicidad. la felicidad es el camino y debe transitarse con entusiasmo.”