Síndrome del niño abandonado
El síndrome del niño abandonado es una condición de comportamiento o psicológica que resulta principalmente de la pérdida de uno o ambos padres, o abuso sexual. El abandono puede ser físico (el padre no está presente en la vida del niño) o emocional (el padre retiene afecto, nutrición o estimulación).
Los padres que dejan a sus hijos, con o sin buena razón, pueden causar daño psicológico al niño.
Este daño es reversible, pero solo con la ayuda adecuada. Los niños abandonados también pueden sufrir daños físicos por negligencia, desnutrición, hambre y abuso.
Las experiencias de abandono y las violaciones de límites no son en modo alguno acusaciones de la bondad innata de un niño y su valor. En su lugar, revelan el pensamiento erróneo, las creencias falsas y los comportamientos dañados de aquellos que los hacen daño.
Sin embargo, las heridas son golpeadas profundamente en sus corazones y mentes jóvenes, y el dolor muy real todavía se puede sentir hoy. Las causas de la lesión emocional necesitan ser entendidas y aceptadas para que puedan sanar. Hasta que eso ocurra, el dolor se quedará con ellos, convirtiéndose en una fuerza impulsora en su vida adulta.
Cuando los niños son criados con pérdida crónica, sin la protección psicológica o física que necesitan y ciertamente merecen, es más natural para ellos interiorizar miedo increíble. No recibir la protección psicológica o física necesaria equivale al abandono. Y vivir con repetidas experiencias de abandono crea vergüenza tóxica.
La vergüenza surge del doloroso mensaje implícito en el abandono: «No eres importante, no eres de valor». Este es el dolor del que la gente necesita sanar.
Para algunos niños el abandono es principalmente físico. El abandono físico ocurre cuando las condiciones físicas necesarias para prosperar han sido reemplazadas por:
- Carencia de supervisión apropiada
- Provisión inadecuada de nutrición y comidas
- Ropa inadecuada, vivienda, calor, o refugio
- Abuso físico y/o sexual
- Verbal y/o abuso emocional (avergonzamiento, rechazo)
- Negligencia
Los síntomas pueden ser físicos o mentales, y pueden extenderse hasta la edad adulta y tal vez durante toda la vida de una persona.
- Alienación del medio ambiente – retirada de las actividades sociales, resistencia a los demás.
- Culpa – el niño cree que él / ella hizo algo mal que causó el abandono (a menudo asociado con la depresión).
- Miedo e incertidumbre – «apego en adultos», inseguridad..
- Sueño y desórdenes alimenticios – desnutrición, inanición, sueño perturbado, pesadillas.
- Dolor físico – fatiga, abuso de drogas y alcohol, ansiedad, depresión, carencia de energía y creatividad, rabia, dolor.
Fuente: https://es.wikipedia.org/