Diálogo o descalificación
En las familias, las administraciones y especialmente en los políticos y gobiernos de turno, resulta fundamental que las personas puedan construir puentes que a través del dialogo -no monologo- permitan establecer algunos acuerdos.
Pocos acuerdos pero válidos
No todo fue y es malo y tampoco bueno. El ser humano es muy complejo. Razona y siente. Argumenta e insulta. Tiene momentos de brillantez y bajezas miserables. Sabe escuchar y puede aplastar a otros con sus gritos.
Pero es capaz, desde un buen nivel de educación y desde las convicciones más nobles, de escuchar, de razonar, de contribuir a debates en los que el respeto sea no sólo una fórmula vacía, sino una actitud de fondo.
Desde el respeto
El otro será tratado según una dignidad que nos une y que nos exige, a todos, mirar al frente y darnos la mano en el camino que lleva hacia la verdad y la justicia.
También llega la hora de renunciar a convicciones, a las que estábamos muy aferrados , pero que mostraron su falsedad gracias a la ayuda de quienes nos ofrecieron buenos argumentos en un clima de cordialidad y de respeto.
Resulta fácil acorralar a quien piensa distinto bajo una nube de insultos. Resulta difícil mantener la discusión en un clima de respeto y con la mirada puesta en los argumentos.
Reconcíliate contigo, y procura hacerlo con los demás
Ponte frente al espejo y piensa que ésa esa criatura que estás viendo es obra de Dios, y decide ahora mismo a contribuir a una causa mayor, ayudar, ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.