“Para influir a través de los valores hace falta mucho más que redactarlos, enmarcarlos y pegarlos de alguna pared”
El cliente hoy busca coherencia. No basta con declarar ciertos principios en la web o redes sociales, hay que llevarlos a la practica y todos los días.
Es fundamental generar valor de marca para no terminar siendo una empresa de tantas. Especialmente si ofreces productos que también se encuentran en el mercado, y cuyas características no difieren excesivamente unas de otras.
La gestión de valor en tu marca resultará fundamental.
No importa como se mida el valor, lo que importa es que la marca si de valor a algo, o si no sería como una promesa vacía, la marca pasaría ser solamente un símbolo o signo. En la actualidad la gestión de marca se aplica a casi todo, no sólo a bienes y servicios de consumo, sino también a entidades públicas, organizaciones benéficas, ciudades, personas, etc.
La marca es el activo corporativo más valioso de una organización empresarial y se estima que supone un tercio del valor total de una empresa.
De hecho, las marcas que logran sobresalir en el mercado suelen ser aquellas que aportan algún elemento diferencial y ofrecen un valor extra que favorece que la clientela siga apostando por sus productos o servicios.
Esto es, intentar satisfacer las necesidades del consumidor y mantener su confianza en el tiempo mediante continuas estrategias de fidelización que permitan mantener los clientes y captar a nuevos. Por eso uno de los peores errores que podemos cometer como empresarios es dar por supuesto que los consumidores siempre estarán ahí.
Es tu deber mantenerlos, identificar sus demandas y expectativas e incluirlas en tu marca y negocio. Mostrarse transparente y generar confianza es clave.
Esa confianza por parte del consumidor es la que hará que éste priorice por tu marca antes que por otras a la hora de elegir entre la abrumadora variedad de opciones que existe en un tiempo tan competitivo como el actual.