La corrupción no es solo un robo

Es una traición al alma de las personas. Nos quita la esperanza, nos arrebata el futuro y destruye la confianza, que es el pegamento invisible de toda sociedad.  Es un mal que no nace solo en las oficinas de los poderosos, sino también en la cultura que tolera y normaliza la trampa. Cuando se acepta la corrupción como parte del juego, el precio lo pagan siempre los más vulnerables: los niños sin escuelas, los enfermos sin hospitales, los trabajadores que pierden su dignidad.

El corrupto no actúa a escondidas

Le gusta el brillo de los relojes caros y los aviones privados. Muestra su poder porque vive convencido de que el mundo está hecho para que unos pocos lo dominen. Pero no nos engañemos: la corrupción no es solo cosa de ellos, sino también de quienes los eligen, los aplauden y los justifican. Cada vez que votamos a un corrupto, nos hacemos cómplices de su codicia.

Es cierto, como decía Ludwig von Mises*

Que los peores males que hemos sufrido vienen de gobiernos viles e incompetentes. Pero no alcanza con culpar al sistema o a los malos dirigentes. Hay que asumir que el cambio empieza en nosotros, en lo que toleramos y en lo que rechazamos. Nadie puede ser honesto a medias. Si la corrupción nos roba el futuro, nosotros tenemos la obligación de recuperarlo, de construir una cultura que premie la honradez y castigue el abuso.

La verdadera riqueza de una nación

No está en sus bancos ni en sus empresarios, sino en la confianza que une a sus gentes. Y esa confianza no se negocia, se cultiva. Cada acto de justicia, por pequeño que sea, es un paso hacia un futuro más digno para todos.

 

*Ludwig von Mises (1881–1973) fue un destacado economista y filósofo austríaco, conocido como una de las principales figuras de la Escuela Austríaca de Economía. Su trabajo influyó significativamente en el desarrollo del liberalismo económico, particularmente en su defensa del mercado libre, la propiedad privada y el individualismo. Es ampliamente reconocido por sus contribuciones a la teoría del valor, la praxeología (la ciencia de la acción humana) y su crítica al socialismo.