El proceso de sanación también requiere tiempo

Recuerda que las emociones difíciles forman parte del viaje humano, una experiencia que todos compartimos en algún momento de nuestras vidas.

A veces, estas emociones pueden sentirse abrumadoras, casi como si fueran demasiado intensas para soportarlas. Sin embargo, es fundamental recordar que no son permanentes. Las emociones vienen y van, como olas en el océano, a veces más fuertes, a veces más suaves, pero siempre en movimiento.

Reconocer este hecho puede brindarte una sensación de alivio cuando te encuentres enfrentando momentos de gran dificultad emocional.

Darte permiso para sentir sin juzgarte es un acto de autocompasión que muchas veces pasamos por alto.

Tendemos a ser nuestros peores críticos, culpándonos por sentirnos de cierta manera o por no manejar nuestras emociones «correctamente». Pero es importante comprender que no hay una forma «correcta» o «incorrecta» de sentir.

Las emociones simplemente son, y cada una de ellas tiene una razón de ser, un mensaje que transmitir. Permítete experimentar lo que sea que estés sintiendo en este momento sin añadir la carga de juicios sobre ti misma.

El proceso de sanación también requiere tiempo.

A menudo, queremos que el malestar desaparezca de inmediato, pero el tiempo es un ingrediente esencial en la recuperación emocional. Sanar no es algo que suceda de la noche a la mañana; es un camino que se recorre a paso lento. En este proceso, es útil incorporar herramientas que te ayudarán a estar presente.

Una de las más efectivas es la respiración profunda. Respirar conscientemente, prestando atención al aire que entra y sale de tu cuerpo, te ancla en el presente y te permite distanciarte un poco de las emociones intensas. La meditación es una oportunidad.

Enfocarte en lo que puedes controlar es otra clave importante.

Cuando te sientes desbordada, a menudo es porque estás concentrando tu energía en situaciones o aspectos que están fuera de tu control. Al redirigir tu enfoque hacia lo que puedes manejar, aunque sea algo pequeño, recupera una sensación de poder personal que contribuye a tu bienestar.

Lo que sientes ahora, por más difícil que sea, eventualmente pasará. Mientras atraviesas estos momentos, recuerda ser amable contigo misma, tratándote con el mismo cuidado y respeto que le ofrecerías a un ser querido que esté sufriendo.

Un mensaje de amigo a amiga.