Historia de la tortilla de patatas española

Es una combinación de ingredientes sencillos, un origen incierto, y una evolución que ha llevado a ser uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía española.

Orígenes inciertos

La creación de la tortilla de patatas no está claramente documentada, pero existen varias teorías y leyendas al respecto. La más extendida es la que atribuye su invención a una campesina de Navarra en el siglo XVIII, quien supuestamente la cocinó para el general Tomás de Zumalacárregui durante las Guerras Carlistas. Según esta historia, el general estaba en una campaña militar y necesitaba un plato sencillo, nutritivo y fácil de preparar. La campesina improvisó con los ingredientes que tenía a mano: huevos, patatas y aceite. Este plato fue tan apreciado por Zumalacárregui que se popularizó rápidamente.

Introducción de la patata

Antes del siglo XVIII, en Europa no se consumían patatas de manera generalizada. Este tubérculo fue traído de América en el siglo XVI, pero su adopción en la dieta europea fue lenta. No fue hasta más tarde que las patatas se empezaron a considerar un alimento popular y barato, accesible para todas las clases sociales.

Evolución y variantes

A lo largo del tiempo, la receta de la tortilla de patatas ha ido evolucionando. Originalmente, podría haber sido un plato mucho más básico, sin cebolla, y con una preparación más rústica. Hoy en día, existe un debate en España sobre si debe llevar o no cebolla («con cebolla» o «sin cebolla»), aunque este ingrediente no parece haber estado presente en las primeras versiones del plato.

Valor nutritivo y popularidad

También, se menciona la importancia de la tortilla de patatas desde un punto de vista nutricional: es una comida completa, barata, fácil de preparar y que ofrece una buena combinación de proteínas (huevo) y carbohidratos (patatas). Esto la ha hecho popular tanto en la cocina casera como en bares y restaurantes, donde se sirve como tapa o plato principal. La historia de la tortilla de patatas es un ejemplo de cómo la simplicidad de los ingredientes y las circunstancias históricas pueden dar lugar a un plato tradicional que se ha mantenido a lo largo de los siglos.