Ser pacientes
La palabra paciencia deriva del latín “patiens”, y significa “el que padece”
Vivimos en un mundo frenético. Necesitamos saber, conocer todo y pronto. Sufrimos mientras esperamos. Evitar ese dolor es lo que nos hace impacientes.
Nos estamos acostumbrando a la inmediatez, evitando la espera. Este es uno de los secretos de la paciencia:saber esperar.
No se nace paciente. Los bebés lloran cuando tienen hambre. No toleran la insatisfacción inmediata de una necesidad primaria: el alimento. Poco a poco van aprendiendo que, aunque tarde un poco más, finalmente les darán de comer.
La paciencia no es precisamente uno de los cultivos que más cuide esta sociedad, sin embargo, ser impacientes nos trae sufrimiento e insatisfacciones, ya que no nos permite disfrutar porque estamos siempre pensando en el futuro y, cuando este llega, rara vez es suficiente porque seguimos pensando en el siguiente futuro.
La paciencia es una actitud necesaria para vivir en el aquí y ahora, disfrutando del momento presente, viviéndolo, sintiéndolo y siendo conscientes del mismo.
Para ello, es necesario potenciar las actitudes que nos centran en cada momento que vivimos.