El 20 de marzo se celebró el “ Día Internacional de la Felicidad”, y a pesar de lo que dicen los cuentos de hadas, la felicidad no aparece por arte de magia
Al parecer, la mayor parte de lo que determina la felicidad se debe a la personalidad y, lo que es más importante, a los pensamientos y comportamientos que se pueden cambiar.
Aunque quizás hayas pensado, como mucha gente, que la felicidad proviene de nacer rico o hermoso, o de vivir una vida libre de estrés, la realidad es que las personas que tienen riqueza, belleza o menos estrés no son en promedio más felices que las que no disfrutan de esas cosas.
Si has estado buscando la felicidad, la buena noticia es que tus elecciones, pensamientos y acciones pueden influir en tu nivel de felicidad, no es tan fácil como apretar un botón, pero puedes aumentar tu nivel de felicidad.
Rodéate de personas felices. Rodearse de personas que estén contentas levanta el ánimo.
La gratitud es más que decir gracias. Con frecuencia, es necesario que las personas atraviesen una enfermedad grave u otro evento trágico para apreciar las buenas cosas que tienen en su vida. No esperes que te pase algo así. No pospongas la alegría esperando el día en que tengas menos ocupaciones o la vida sea menos estresante.